Dicen que después del adiós, lo único que puedes hacer para sanar la herida de tu corazón, es seguir adelante y no mirar atrás, cosa que me resulta imposible. No sé cómo olvidar tu sonrisa, tus caricias, abrazos, tus besos y todos los momentos que viví a tu lado.
Ahora que no te tengo me siento vacía e incompleta. Mi mente esta llena de dudas y pensamientos estúpidos. Aún cuando se que de nada sirve buscar razones por las que te alejaste de mi, no dejo de preguntarme una y otra vez por qué y en que momento cambió todo lo que teníamos.
Duele recordar el día en el que te conocí, ese momento en el que por primera vez vi tu sonrisa, esa sonrisa que fue la culpable de muchos de mis trasnochos.
Ahora que todo acabó me doy cuenta que siempre luché sola, que era la única que se preocupó por mantener nuestras promesas y por cumplir nuestros sueños, sólo yo deseaba verte en mi futuro mientras tú me excluías del tuyo; a decir la verdad, siempre lo sentí así, siempre supe que yo sería tan importante para ti como tú lo fuiste y lo seguirás siendo para mi. Fui una completa tonta por entregarle mi corazón a una persona que sólo supo regalarme lágrimas y dolor.
No sé que hacer con todos esos sentimientos.
Es hora de decir adiós!
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