He fallado a mucha gente, he llorado por quien no debía y amado al que no lo merecía. He callado cosas que ahora me arrepiento de no haberlas dicho, no he entrado en discusiones importantes solo para que los que lo hacían terminen de discutir y a veces, siento que tan solo dos palabras que pueda decir cambiarán el mundo, pero no las digo por miedo a que se me juzguen.
De pequeña, he jugado con mis muñecas a todas horas, me he enfadado por cualquier tontería con mis amigos y luego lo he vuelto a arreglar. He viajado, me he quedado en casa y ha habido veces que me he pasado el día entero tumbada en la cama, pensando. He hecho muchas cosas en toda mi vida; tantas, que sería imposible nombrarlas todas... Pero hay una que destaca entre todas ellas; y es que todo eso me echo madurar. Al fin y al cabo, en eso consiste la vida, ¿no? En crecer y madurar, para llegar a ser feliz.
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