Cuantas veces nos habremos preguntado, cómo sería nuestra vida si las cosas hubieran sido diferentes. Pero después de imaginar múltiples alternativas, de soñar con todas las respuestas posibles he llegado a la conclusión de que nuestra vida no hubiera sido mejor ni peor, simplemente no hubiera sido nuestra vida. Lo que existe es lo que hay, los “¿Y si…?” murieron ya hace tiempo. Lo único que tenemos que hacer es ser fuertes con lo que viene y con lo que se va, no pensar en que algo podría ir mejor o peor. La vida no es sólo el tiempo sino lo que pasa en ese tiempo, si eso cambiara pasaría a ser una completa desconocida para nosotros.
Dicho esto, no sé si tenemos demasiados motivos para ser felices. Me da igual, lo mejor es ser feliz sin motivos y si a veces todo el país es capaz de alegrarse por algo tan simple como una victoria, nosotros tenemos suficientes motivos para celebrar que hemos sobrevivido. ¿A qué? No lo sé, cada cual tiene algo a lo que sobrevivir, cada cual sabe...
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