Está claro de que hay un momento en la vida de todo ser humano, en el que sólo quiere hacer una cosa; desaparecer, ser invisible, dejar de ser recordado, ser libre, ser amigo del silencio y de la soledad.
Esto ocurre cuando vamos guardando tensiones, hechos que nos ocurren y no lo compartimos, nos lo guardamos, y estos, nos consumen poco a poco.. Hasta que llega un día, en el que no puedes más, y acabas reventando de alguna manera, ya sea a gritos, llantos, y tal vez, lo pagues con el que menos culpa tenga.
No se puede describir con una palabra exacta. Esa tensión se va acomulando en ti también, pero tienes que aguantar, pese a que duela. ¿Qué nos ha pasado?, piensas mientras ves todos estos recuerdos, que se van desvaneciendo de la mente cada vez que pasa el tiempo. Y no lo sabes, nadie lo sabe, y ese es el problema, no saber absolutamente nada. Querer arreglar algo, que ni tan sólo tiene un principio fijo. ¿Tanto cuesta ser feliz? Mi vida es cada vez más gris, el horizonte lo veo muy oscuro, pero, supongo que como todo, se trata de seguir, de continuar, de buscar esa felicidad que no exsiste y nos tiene a todos absortos en este mundo.
Encontrar la felicidad es nuestra meta
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