Cuántas veces hemos soñado con encontrar el príncipe azul, con aquel hombre sensible, que esté en los momentos malos y lógicamente en los buenos, con aquel que sientas que tú apenas lo quieres comparado con lo que te quiere él a ti y que te lo demuestre cada día, no que un día se olvide de ti y al día siguiente sea un empalagoso.
Cuántas veces lo hemos soñado y cuántas veces nos hemos desilusionado. Siempre piensas 'esta vez las cosas cambiarán' pero luego se repite la misma historia y poco a poco tu corazón se va cerrando y le cuesta más abrirse a los demás. Se vuelve frío, ya los palos no duelen tanto y se olvidan en cuestión de semanas o días.
Cuántas veces has soñado con cruzar miradas, rozar la piel, hablar sin decir nada con alguien que ni siquiera existe.
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