Me diste un beso al despertar, no había música pero quería bailar contigo. Meses pasaron y comprendí, que si tengo frío, te tengo a ti como abrigo. Sé que te debo esta canción, pero estos ojos saben hablar mejor que y, porque en ellos encontrarás, palabras que nunca sabré pronunciar.
Y te espero, y te pienso y siento miedo de mí.
Y apuesto que no sabes, que en aquella tarde me enamoré de ti. Y apuesto que no sabes, que moriría por volver allí.
Tengo un diario donde escribí, sobre aquel puerto al que un día yo fui, contigo. Aquella noche todo ocurrió, brisa del mar, solos tu y yo, testigos.
Y apuesto que no sabes que moriría por tenerte aquí, por enseñarte mis playas y darte un beso
que no tenga fin.
Y ahora lo sabes, que aquella tarde me enamore de ti. Me enamoré de ti!
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