lunes, 12 de agosto de 2013

No todo es por una razón

Dicen que todo lo que sucede sucede por una razón.
Si suspendes una asignatura es porque no has estudiado. Si estás delgada, es porque no comes. Si lloras, algo te habrá pasado. Si ríes, es porque tienes motivos...
Yo no lo creo así. Porque puede que hayas estudiado siete días antes y cuando hayas llegado al examen te hayas puesto tan nerviosa, que no das palo al agua. También puedes estar delgada por muchas razones o simplemente ser así. No tienes porque llorar por un motivo, puedes llorar por lo que te plazca. Y reír cuando quieras.
No todo sucede por una razón. El ejemplo que confirma la regla; yo te quiero, y no es por una razón concreta, es porque te quiero y punto.

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