Otra noche sin dormir, otra noche en vela, otra más viendo el reloj cada media hora con la esperanza de que ya pasasen un par de horas.
Cierro los ojos e intento dejar la cabeza en blanco, busco relajarme y no pensar en nada. Lo intento cada noche tirándome de los pelos con el miedo pisándome los talones.
Me levanto, tengo sueño, hago una vida normal y tranquila, todos me ven bien ajenos a toda preocupación que solo a mi me corroe día a día. Solo unos pocos pueden saber como me siento aunque no lo entiendan. Solo unos pocos se preocupan por mi, hacen sacrificios, están conmigo cuando lo necesito y me acompañan en un pasillo que se extiende lleno de puertas que no se abren. Solo esas personas son capaces de sufrir por mi.
Hoy volveré a acostarme, volveré a dar vueltas, volveré a pensar si de verdad merece la pena, si vale la pena que pasen esto por mi. Soy yo, no debo arrastrar a los que más quiero. A veces pienso si hago lo correcto no contando nada.
Volveré a pensar en ello, otra vez. Solo espero poder agradecer a esas pocas personas todo lo que hacen por mi porque sin ellos se que no lo conseguiría, se que sin ellos no soy nada.
Gracias de corazón a los que consiguen que todo lo malo que pueda pasar desaparezca por un momento en una sonrisa o con un simple abrazo.
En dias, semanas y meses como estos, un abrazo da mucha fuerza... Esperando ese abrazo!
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