Mírala, si detrás de toda esta fachada de dureza hay una chica con sentimientos, a la que le gusta que le acaricien bien la espalda antes de dormir. Pero claro, no te lo va a decir, eso seria dejar demasiado desprotegido el corazón. Mejor cerrar y echar doble llave. Muchas veces se pregunta cómo coño va a intentar conocer a alguien si todavía ni se conoce a si misma.
Es capaz de estar hablando contigo de una cosa y de repente hablar de otra sin sentido: de un cuadro o una canción de mierda. Tiene el don de vacilarte casi sin querer, forma parte de su mente. Y eso te deja loco pero, oye, hay que quererla así.
Pasa mucho de los tacones y de las tonterías simples, que le gusta lo que le haga pensar, lo que desafíe un poco su mente. Esa que se excita cuando le rozan. Y pese todo lo anterior, aunque te parezca lo contrario, cuando alguien le importa, lo da todo. Absolutamente todo.
Aún sonríe cuando suena a todo volumen. Y quizás mañana habrá algún motivo nuevo para hacerlo más fuerte. No vendría mal.
Algún blog
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